Sumario

Territorios sostenibles

Fundamentos del desarrollo rural en Cantabria 2014-2020

Félix Mendiguchía Fernández, director general de Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria

La economía circular es un concepto económico que se incluye en el marco del desarrollo sostenible y cuyo objetivo es la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio en materias primas, agua y fuentes de energía. Se busca pasar de un modelo productivo lineal (producir, usar y tirar) hacia otro circular, basado en el principio de ciclo cerrado de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía; algo que también afecta a la cadena alimentaria.

De seguir con el actual modelo lineal se agotarían nuestras fuentes y suministros, por eso la economía circular se ha convertido en la esperanza. Con esta fórmula cerraremos el ciclo de la producción con el menor impacto para la naturaleza, generando riqueza y empleo. Según recoge la Comisión Europea se podrían crear, para 2030, entre 1 y 2 millones de puestos de trabajo en el conjunto de los países comunitarios.

Durante el período 1990-2013 la tendencia de la producción agraria en Cantabria fue ascendente, al contrario que la de la renta agraria.

Durante el período 1990-2013 la tendencia de la producción agraria en Cantabria fue ascendente, al contrario que la de la renta agraria. Es decir, el valor de la producción aumentó, pero el beneficio disminuyó, debido al mayor aumento de los costes. Paralelamente, el porcentaje de la población activa agraria en Cantabria mantiene una clara tendencia al decrecimiento, habiendo disminuido entre 1976 y 2015 del 26 al 3%, en el que parece haberse estabilizado (entre 2,5 y 3,5% en la última década).

La disminución de la renta agraria es una de las razones fundamentales que justifican este descenso, pero la dotación de infraestructuras, muy especialmente de servicios básicos y de ocio, influye de manera trascendental en el despoblamiento de estas zonas, liderado por las mujeres. Ello implica la disminución de recursos humanos para la producción sostenible de alimentos —cuestión importante si se consideran recursos estratégicos nacionales—, y para el sostenimiento social, ambiental y paisajístico del medio rural.

Cantabria es una de las regiones europeas con mayor orientación ganadera y enorme predominancia del ganado bovino. Su superficie agraria útil se distribuye así: 28% arbolado, 27,7% pasto arbustivo, 32,3% prado y 10,5% pastizales y pastos de puerto. Así, descontando la superficie arbolada, dos tercios de dicha superficie está condicionada directamente por los aprovechamientos ganaderos y la consecuente acción antrópica, por lo que su variación resulta impactante sobre el medio.

Para el mantenimiento y mejora de estos espacios rurales tal y como los conocemos –deseable mediante un proceso evolutivo guiado por la innovación- se necesita asentamiento poblacional, para lo que se requiere la creación de empleos que compensen los destruidos por causas naturales y sociales, ligadas a procesos de envejecimiento, y el sostenimiento dinámico de la población activa.

Para alcanzar los objetivos de estas dos medidas en la ganadería extensiva es importante la utilización de razas locales autóctonas.

Para alcanzar los objetivos de estas dos medidas en la ganadería extensiva es importante la utilización de razas locales autóctonas, adaptadas a estas zonas. Son razas amenazadas de extinción, por lo que las ayudas a su mantenimiento y manejo resultan vitales para preservar este patrimonio cultural que representan los animales y las tradiciones populares, literarias, artesanales, etc., ligadas a ellos.

En consonancia con todo ello, se presta especial importancia, reflejada en la asignación de recursos, a las ayudas para la incorporación de jóvenes a explotaciones agrarias, muchos de ellos preparados para desarrollar actividades agrícolas innovadoras, previamente experimentadas desde el CIFA, que permite una producción más diversificada y robusta.

En este proceso dinámico de adaptación y mejora de las producciones, las estructuras y el desarrollo local es fundamental la generación y puesta en marcha de ideas innovadoras, y la mejor forma de hacerlo pasa por la cooperación pluridisciplinar y plurisectorial, aunque suponga todo un desafío. Con este objetivo se ha impulsado el apoyo a la creación y funcionamiento de grupos operativos para la innovación, y a proyectos piloto para el desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías. La filosofía global es semejante a la del enfoque ascendente Leader, que tanto contribuye a la creación y mantenimiento de empleo en el medio rural, emanando las ideas y los proyectos desde el propio sector, aunque su desarrollo sea un trabajo colectivo.

Fotografías: Varios.

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